viernes, 1 de octubre de 2021

Es más fácil de explicar...


Es más fácil de explicar con el concepto (o la imagen, más bien) del hombre con un gran chaquetón, pero lo cierto es que no es imprescindible. Y es que el verdadero factor común que he descubierto con el tiempo, es la seriedad del asunto. O más aún: la preocupación y angustia que me causa esa particular situación o asunto. De todas formas lo central es que, cuando alguna de esas situaciones ocurre: un jefe retándote, alguien que te asalta, una persona X que te increpa o hasta cuando haces frente a seres amenazadores en los sueños, paso a descubrir (o a imaginar si alguien se molesta por mi lenguaje) que bajo el chaquetón de ese ser hay en realidad tres niños ocultos, equilibrados unos sobre otros, como en esas caricaturas de antaño en que jugaban a parecer adultos. Y claro, cuando esta imagen viene a mí, la preocupación o angustia previa se transforma, y hasta cierto punto me relaja. Lo extraño, sin embargo, es que ha habido ocasiones en que esa imagen o sensación, también ocurre conmigo. Por ejemplo, cuando me escucho decir con convicción algo que en realidad no me convence. O en otras palabras: cuando mi actitud se aleja de la honestidad, para ser concreto. Y es que entonces, de un momento a otro siento que yo mismo estoy fingiendo ser alguien que está formado por tres niños, y comienzo a desequilibrarme y a desarmarme de a poco. Mientras que el niño de la parte superior (el con más ojeras y con más cara de viejo, probablemente) intenta disimular lo que ocurre, tratando de mantener un discurso medianamente coherente. Un discurso que es más fácil de explicar con un concepto solo, para no confundirse demasiado. Y que todo siga, entonces, más o menos como antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales