domingo, 17 de octubre de 2021

¿Qué hacer cuando te quedas sin ideas? (I)


Cuando te quedas sin ideas es bueno no desesperar. No sentirse disminuido, me refiero, ni tomarlo como algo grave. Si así le ocurre, piense un poco en el lugar hasta el que lo han llevado sus ideas y comprenderá que no está muy lejos del lugar donde habría llegado de no tener, antes, ninguna. Así, en ese momento en que no tenga ideas preocúpese simplemente de hacer observaciones relativas a su entorno. Descripciones básicas, me refiero. Pausadas y con una mínima distancia, unas de otras. El cielo está despejado, por ejemplo. Una mujer pasea un perro pequeño. El libro que compré tiene una hoja impresa dos veces (otro ejemplo). Dígalas con voz clara, tranquila y con el tono que hubiese utilizado si en vez de descripciones hubiesen sido ideas brillantes, pero usted, al mismo tiempo, fuese en extremo prudente y humilde para no opacar con ellas las pequeñas ideas de los otros. Verá entonces que, transcurridas unas cuántas frases, usted mismo y -sobre todo- quienes lo rodean, percibirán sus observaciones como ideas profundas y trascendentes, que interpretarán por supuesto de formas diversas, pero eso no demostrará sino de la profundidad significativa de su discurso. O resignificativa, más bien. Justamente en esa diferencia, reside el verdadero genio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales