“Hay gigantes al rojo vivo,
gigantes templados
y también hay gigantes fríos…”
D. F. W.
Es así, claro, pero a veces no.
Me refiero a que es obvio, nítido, evidente… pero
aún así no suele llegar a existir del todo.
Aunque claro, si somos rigurosos, ninguno de
nosotros existe del todo, y lo único evidente termina siendo siempre la forma
en que nos cuestionamos por los otros, o por aquello que nos rodea.
Así, lo evidente viene a ser siempre reflejo de un
estado concreto –nuestro-, frente a una manifestación también concreta, pero
que existe fuera de nosotros mismos.
Y claro, podría aquí llenar de ejemplos y
situaciones que poco han de importar al lector. Por lo mismo, quedo satisfecho con
plantear una cuestión básica: lo evidente no siempre se manifiesta por medio de
las formas habituales.
Suena extraño –lo sé-, y poco claro, pero lo cierto
es que es la única manera de acercarme a decir lo que verdaderamente siento
respecto a aquello que creemos que existe de manera descubierta.
Y es que nada, por cierto, existe de una manera que
no sea descubierta, y para todos.
Esto mismo -este escrito, me refiero-, si usted lo observa atentamente,
es justamente reflejo de todo aquello.
Un árbol, afuera, golpea sus ramas contra mi
ventana.
Lo que solemos entender como "evidente realidad" -dicen- resultaría ser sólo ilusión en la que creemos vivir...algo parecido a aquello de las sombras en la cueva.
ResponderEliminar