sábado, 7 de julio de 2012

Sostiene Tabucchi.


“Una vida no ejemplar,
un poeta altisonante,
un hombre lleno de sombras
y de componendas”.
A. T.


Sostiene Tabucchi que Vian escribe porque no cree. No lo dice abiertamente, pero lo sostiene entre líneas, casi no diciendo. Vian en cambio no sabe si discutir o no aquella apreciación, pues si hay algo en que no cree, admite, es en la certeza de sus decisiones y en la utilidad de estas.

Quizá por eso, Tabucchi sostiene aún con mayor certeza, que la escritura es para Vian la genuflexión ante un altar vacío, y que todo existe ahí, casi como en proceso de drenaje. Es decir, como una especie de vaciado donde Vian suele extraer –de sí-, aquello en que cree, aún no creyendo.

No se trata sin embargo, sostiene Tabucchi, de un vaciado real; de hecho, la sustancia expulsada podría incluso no ser concretamente una sustancia, aunque claro, Tabucchi también sostiene que no vale la pena ahondar en conceptos que explican formas de existencia esencialmente imprecisas.

Vian, por otra parte, sostiene Tabucchi, no parece comprender la magnitud del desgaste que supone este proceso. Aunque claro, también puede ocurrir que lo comprende de una forma que resulta incomprensible para los otros, incluso para el propio Tabucchi.

Y es que Vian, sostiene Tabucchi, cree no creyendo. Es decir, transforma su escritura-vaciado, prácticamente en una pulsión de vida que, sin embargo, debiese estar cerca de agotarse, según la apreciación de Tabucchi.

Así, finalmente, Tabucchi sostiene que Vian se sostiene –tautología necesaria, como se verá-, a partir de un impulso artificial, inentendible desde la lógica que supone que las acciones humanas se realizan desde y para el hombre, aun cuando sus efectos puedan afectar al mundo que lo rodea.

Con todo, Tabucchi parece olvidar que él mismo puede estar siendo sostenido, sin saberlo, y que alguien, sostiene Vian, puede en cualquier momento despedirse de él, y soltarlo en el vacío.

Eso pasa cuando se estima que es mejor creer en algo, sostiene Vian, que no creer en todo, mientras te vacías.

Y es que a veces situamos la hermosura en el lado equivocado, sostiene finalmente Vian, pero no lo explica.

2 comentarios:

  1. Habrá que concretar el todo o la nada, el vaso vacio o medio lleno, o la ausencia de vaso y de agua, o el mar para ahogarse en el vaso, sostengo, y que me sirvan una tortilla finas hierbas en honor a Pereira.

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  2. Que manera de sostener cuando escribes. Me gusta.
    Coincidimos en Pereira.
    Abrazos.

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