Borracho y todo
me esfuerzo esta noche
por encontrar mi interruptor.
Y no es que quiera encenderme
o apagarme…
sino que simplemente
quiero saber si puedo hacerlo.
Vivir la vida de los otros,
aceptar o rechazar las reglas…
cosas así de tajantes, me refiero.
Porque claro,
bien podría uno
jugarse las cartas a un solo camino,
pero lo cierto es que a mí me gusta,
sin duda,
tener opciones…
poder decir que me salgo de todo esto,
o que no voy más
o hasta que voy a iluminarme en serio.
Pero claro,
lo cierto es que estoy borracho,
y hoy es simplemente otra noche más
en que dejo pasar la oportunidad
de apretar ese interruptor
y ver qué pasa…
Y sí… soy cobarde…
pero ese no es el punto.
Y es que aunque no lo crean
no vengo aquí para hablar de mí.
De hecho,
a mí denme por perdido…
yo ni siquiera voy a intentar
salvarme…
Para mí, incluso,
ya pasó el tiempo.
ya pasó el tiempo.
Preocúpense mejor de encontrar el suyo
-su propio interruptor, me refiero-,
y sepan entonces que todo aquello que viven,
tiene también la opción
de vivirse de otro modo…
No es un gran mensaje,
y es sin duda una verdad de fácil acceso…
pero es prácticamente
la única certeza que tengo.
Yo, en tanto,
seguiré emborrachándome,
pues prefiero sin duda,
caer al suelo, rendido,
que doblegarme yo mismo
y ceder ante mi estado.
No es orgullo,
sin embargo…
pero es algo en que nadie cree
y que a nadie le sirve…
El interruptor se siente,
mientras tanto,
mientras tanto,
entre mis dedos.
Lo digo por experiencía, cosa que tampoco vale, salvo la propia, siempre, lo juro, he roto lo escrito bajo esos efectos, pero en tu caso merece la pena la borrachera, y en muchos, según tengo leído, cada cual apaga o enciende el interruptor a su estilo.
ResponderEliminarNota: también me gusta que me comenten, o apago el blog y me largo.