viernes, 27 de julio de 2012

El salto exacto y la idea de las olimpiadas metafísicas.



-¿Y en qué consistiría el salto exacto, señor Vian?

-Pues lo cierto es que resulta difícil de explicar, pero podría adelantar que esencialmente se trata de una prueba de precisión y destreza.

-¿Igual que las dieciséis anteriores que nos ha propuesto?

-No, para nada… de hecho, esta involucra aspectos más esenciales que las propuestas anteriores.

-¿A qué se refiere?

-A que apunta a una cuestión primordial de todo ser humano, y que tiene relación con el espacio del mundo que utiliza dicho ser.

-¿Podría explicarse mejor?

-Sí, por supuesto, pero creo necesario que comprenda el trasfondo antes de llegar a especificar el aspecto físico.

-Pues yo le recomiendo que me diga prontamente de qué se trata el salto exacto.

-¿No hay otra opción…?

-No.

-Entonces le diré que el salto exacto tiene como criterio fundamental la precisión que ha de lograr un participante para saltar y caer en el sitio preciso, desde el cual saltó.

-¿Me está hueveando?

-No, para nada.

-¿Pero espera usted que me tome en serio esa estúpida idea?

-Pues la verdad sí… para ser sincero.

-¡Pero si ni siquiera me ha entregado una información concreta…!

-¿Y qué desea saber…?

-No sé, señor Vian, cualquier cosa… ¿Qué tiene esa prueba de especial…? ¿Qué músculos trabaja…? ¿Qué diferencias tiene con el salto largo o salto alto…?

-Pues mire, la verdad es qué no sé algunas cosas específicas… pero puedo señalarle al menos que la prueba es especial ya que trasciende a un simple ejercicio físico…

-¿Está usted borracho?

-Eh… sí, pero eso no cambia la veracidad de mis palabras.

-¿Podría explicarse brevemente?

-Sin duda. La cosa es simple: un hombre está de pie. Un hombre salta. Un hombre cae exactamente en el mismo espacio desde el que saltó.

-Eso ya lo había dicho… yo me refería a lo trascendente.

-Pues eso también es simple: un hombre existe. Un hombre se aleja del espacio en que existía. Un hombre vuelve a existir en su misma existencia.

-¿En su misma existencia?

-Sí, es como caer en sí mismo, salir brevemente de la existencia y volver a la misma, en el punto mismo en que se la dejó.

-Pero eso no es posible…

-Claro que lo es… con la técnica correcta, al menos.

-Pues no sé, señor Vian…

-¿Qué es lo que no sabe?

-No sé por qué insiste con esto.

-¿Tampoco le gustó esta propuesta?

-Es que no es viable… no sé si se da cuenta… quizá para una olimpiada metafísica, pero…

-¡Espere…! ¿Puede repetir lo que dijo?

-Que no es viable su propuesta, señor Vian.

-No… me refiero a lo que dijo después…

-Ah… creo que le recomendé armar con sus pruebas una olimpiada distinta…

-¿Una metafísica?

-Sí… creo que eso dije.

-Pues le agradezco la idea… ¿Se lo imagina usted? Primera olimpíada metafísica de Vian…

-Eh… sí, suena bien… pero claro, primero habría que ver para creer…

-No lo creo… creer para ver, suena mejor…

-Como usted quiera, señor Vian… pero le recomiendo que vaya a dormir un poco, para que pueda diseñar sus olimpiadas por la mañana…

-Sí, quizá en eso sí tenga usted razón…

-Buenas noches entonces, señor Vian…

-Buenas noches.

1 comentario:

  1. Dar saltitos metafísicos, de alguna manera físicos,porque se fatiga materia gris, sin moverse, me gusta más el salto atrás, adelante, triple, mortal. Buenos sueños señor Vian.

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