Dos pájaros envueltos en tela blanca.

I.

Encontraron en su bolso dos pájaros envueltos en tela blanca.

Eso y más trozos de tela, era lo único que había en el bolso.

Entonces la llevaron a una sala y le pidieron los datos y le hicieron preguntas.

Pero ella, a pesar que dio sus datos, no quiso explicar.

II.

Yo tomé nota del asunto y escuché a varios hablar sobre el tema.

Cosas prácticas, mayormente, referidas a su salud mental y a la ley de maltrato animal.

No es que la acusaran directamente, pero sus intenciones eran claras.

Tras insistir un rato más con las preguntas optaron finalmente por dejarla sola.

Frente a ella, sobre la mesa, estaban los dos pájaros, tendidos sobre los trozos de tela blanca, en que habían estado envueltos.

Eran pájaros pequeños y comunes, me parecieron.

Dos gorriones, probablemente.

III.

Cuando la dejaron sola le llevé un vaso con agua.

Lo dejé frente a ella, a un costado de los pájaros.

Parecían dos niños pequeños, me pareció, durmiendo sobre sábanas blancas.

Luego me quedé un rato frente a ella y le pregunté si necesitaba algo.

Me habían pedido que lo hiciera pues se me daba bien hacer hablar con los que no querían hablar.

De todas formas, ella no me habló.

Me miró simplemente, una vez que los pájaros se incorporaron poco a poco, sobre los trozos de tela.

Se movían lentamente, como si estuviesen despertando.

Entonces yo fui a avisar a los otros.

Y ellos, por supuesto, fueron a ver.