jueves, 8 de agosto de 2024

Hay que ver qué palabras dice uno.


Hay que ver qué palabras dice uno, incluso cuando uno no quiere decir nada. O cree, al menos, que no quiere decir nada. Yo no me daba cuenta en un principio, pero ahora, apenas digo algo me detengo a ver qué es lo que he dicho. Ahora mismo, por ejemplo, acabo de hacerlo. Recuerdo y observo a lo que digo y es entonces que me dan ganas de escribir exactamente lo que antes he dicho… ¿No les parece sorprendente? Dejando de lado los pequeños errores o imprecisiones en el uso de los verbos, por supuesto, pues no se trata aquí corregir, sino de ser fiel, ante todo, a lo que uno mismo ha dicho antes. Y sí, puedo que alguien piense que eso es darse mucha importancia, pero sinceramente yo, al menos, no lo veo así. No me interesa discutirlo, pero alegaría que se trata más bien de un ejercicio sano. Como levantarse poco a poco capas de piel para ir descubriendo qué hay debajo. Aunque esto sin dolor, por supuesto, y un poco al revés, por que en el fondo la capa exterior es también la más interna. Todo es dermis, me refiero, y a la vez todo es hipodermis. Ahora que lo he dicho, por cierto, me detengo a analizarlo. Hay que ver qué palabras dice uno…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales