martes, 13 de agosto de 2024

Un encuentro sobre Burroughs.


Una vez asistí a un encuentro conmemorativo de la obra de Burroughs.

Fui porque un conocido, que colaboró en la organización, insistió diciéndome que habría en ella algo que me gustaría.

Entonces, pensando que asistiría al encuentro una atractiva escritora rusa que recitaba sus poemas por onlyfans, acepté la invitación.

De hecho, en el encuentro, formé parte de una mesa redonda en la cual, lamentablemente, no estaba la poetisa rusa, sino cuatro hombres mayores, de entre setenta y ochenta años, que comenzaron a leer algunos escritos que habían preparado.

Y claro, como dos de ellos hablaban en inglés, otro en francés y otro rumano (creo), nos pasaron a todos unos audífonos en los que se escuchaba una traducción simultánea digital de aquello que decían.

Todo fue bastante obvio y poco especial en sus palabras. O al menos en las de los tres primeros. Luego habló un tipo bastante serio, pero que pareció comparar la obra de Burroughs con el desarrollo de una máquina de sumar, y que provocó, al menos en principio, varios aplausos y risas, por su inventiva.

Hacia el final de sus palabras, sin embargo, se acercaron otras personas a la mesa y tras hablar en voz baja, se reveló que aquel tipo realmente hablaba sobre máquinas de sumar, y que era aparentemente un ingeniero especialista en las máquinas Burroughs, creada de todas formas -según entendí-, por el abuelo del escritor al que se buscaba homenajear.

Superado este impasse, se decidió hacer una pausa, luego de la cual me tocaría a mí hablar brevemente y terminar discutiendo, entre todos, a partir de unas preguntas que habían dejado sobre la mesa.

Yo, por cierto, aproveché el receso y elegí irme del lugar, sin decir siquiera una palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales