lunes, 19 de agosto de 2024

Hasta que explota.


I.

Ninguna bomba es bomba hasta que explota.

Antes, por supuesto, puede usted llamarlas como quiera.

No bombas eso sí, porque sería como intentar adelantarse a algo que no sabemos si suceda.

Así y todo, luego de que explota, ya ni siquiera podemos encontrarla.

Y por lo mismo, se hace difícil tener un punto de referencia cuando hablamos de ella.

¿Dónde está la bomba?, podríamos decir, pero lo cierto es que ya habría explotado.

Y no la encontraríamos, aunque buscáramos, en sitio alguno.

Por lo anterior, tal vez sería correcto decir que la bomba es solo bomba mientras explota.

Como objeto, me refiero.

Luego, como lenguaje, apenas sería una referencia.

Explotó la bomba, podríamos decir, por ejemplo.

Aunque en realidad, no estaríamos, de esta forma, diciendo nada.


II.

Una vez, excavando, encontramos un objeto metálico algo extraño.

Fue entonces que algunos -inexactos-, señalaron que se trataba de una bomba.

Ya iba a discutirles cuando el artefacto detonó.

Nadie murió, pero dos quedaron con heridas, uno con fracturas y hasta hubo uno que perdió unos dedos.

A mí, por suerte, no me ocurrió absolutamente nada.

¿Dónde está la bomba?, pregunté entonces.

Pero ellos ni siquiera me miraron.

Y sí, lo admito: fue un poco por joder.

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