domingo, 11 de agosto de 2024

Quién fundó Ikea.


Probablemente fue un hijo de Dios quien fundó Ikea.

No digo que lo creó, sin embargo, pues no quiero entrar en conflictos.

De todas formas, reitero, debe haber sido un hijo de Dios.

No Dios, pero sí un hijo.

Esto lo sé pues él mismo instaló la idea en mí, rápidamente, como si fuese un mueble.

Uno de esos armables, por supuesto, un mueble sencillo.

Uno cuya existencia parece decirte que no necesitas más.

Y es cierto.

Por eso es que fundó Ikea, me refiero.

Como una forma sencilla de amoblar tu cabeza.

Ideas-muebles… sensaciones-mueble…

Probablemente no sea necesario que lo detalle.

Ya sabes, cómo funciona.

Así es, después de todo, como nos vamos llenando.

Y todo, por supuesto, hecho por Ikea.

O sea, por otros, tal vez, pero finalmente vendidos por Ikea.

¿No me crees?

¿No sé decirlo muy bien?

Pues poco importa esto si al final es cierto.

Y es que, con los muebles, ocurre exactamente lo mismo que con la verdad.

Te la entregan desmembrada, digamos, para luego volver a armarla.

¿Aún no se entiende?

Pues piensa entonces que es como hacer muñecos.

Me refiero a que no puedes desarmar a un vivo y rearmarlo con vida otra vez.

Ikea, por lo mismo, hace muebles embalsamados.

Desmembrados, es cierto, pero antes embalsamados.

Por eso no tienen olor.

Ni a carne podrida ni a madera.

A lo más, un olor a embalsamamiento, pero no lo reconocemos.

Buen trabajo, entonces, el de este hijo de Dios.

No bromeo en lo absoluto.

Alabado sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales