martes, 22 de noviembre de 2022

Algo que no dijo.


I.
Ella volvió para decirle algo que al final no dijo. En cambio, improvisó otras palabras, tras su regreso. Yo estaba ahí, por cierto, y escuchaba todo atentamente. Así y todo, no supe entender qué era aquello qué quería lograr con sus palabras. De hecho, ni siquiera comprendí con qué tono lo decía o qué ánimos la impulsaban. Por eso, entre otras cosas, fue que decidí acercarme y preguntárselo directamente. Fue así que supe que ella había vuelto para decirle algo que al final no dijo. Tal como mencionaba en un inicio.

II.
Cuando hablamos luego me contó que siempre le ocurría así. Llevar un mensaje concreto y finalmente desecharlo e improvisar otro. Me explicó que –al menos en parte-, lo hacía voluntariamente. Prefiero guardarme esos mensajes ya elaborados, confesó. No sé muy bien para qué. Supongo que los colecciono.

III.
Me contó entonces que, literalmente, guardaba para sí esos mensajes. Es decir, los escribía en un cuaderno especialmente destinado para aquello. El cuaderno era pequeño y solía llevarlo consigo. Entonces, lo sacó de uno de sus bolsillos y me lo enseñó. En él, podían observarse varias frases que tenía escritas. Las anotaba entre comillas, junto a una fecha y una hora, en la que finalmente no fueron dichas. De todas formas no comprendo todo aquello, concluyó, mientras leía algunas frases. Ya te dije que solo lo colecciono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales