jueves, 16 de octubre de 2014

De espaldas.


Estoy tendido de espaldas.

Cansado.

No sé cuánto tiempo llevo en esta posición.

Ni siquiera recuerdo sobre qué superficie me encuentro.

Así, simplemente, cierro los ojos y respiro.

Intento ser consciente que respiro.

Estoy inmóvil.

Ahora, observo mi cuerpo, hasta mis pies.

La perspectiva es extraña.

La temperatura incluso, es extraña.

Entonces observo algunas cosas.

Un bicho que no distingo va subiendo por mi estómago.

Sube hasta mi pecho, se detiene.

A la distancia diría que se trata de un escarabajo.

A la distancia.

Cierro los ojos, nuevamente.

Cansado.

Imagino que un perro se acerca y se tiende también, a un costado.

Tengo sed.

No quiero abrir los ojos.

Tal vez no pueda abrir los ojos.

El escarabajo debe seguir en su sitio, imagino.

Todo debe de seguir en su sitio, espero.

Un movimiento leve, quizá.

Un poco más.

Algo así como un movimiento involuntario.

Estoy cansado.

Intento dormir, para descansar profundo.

Nunca descanso, sin embargo, de esa forma.

Puede parecer tonto, pero eso es lo único que me gustaría en este momento.

Descansar profundo, me refiero.

Puede parecer algo egoísta.

Puede llegar a serlo, incluso.

Con todo, sé que algo importante está pasando.

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