martes, 28 de octubre de 2014

Una especie de fuerza.


De vez en cuando la página en blanco tiene una especie de fuerza.

Cierta presión que impide que los signos aparezcan y que alguna frase, por pequeña que sea, se establezca con sentido.

No sé bien por qué ocurre, pero cuando sucede, pienso que está a punto de revelarse algún secreto.

A veces ocurre lo mismo con algunos pasos, o con el momento preciso en que debemos levantarnos o hasta acercarnos hacia un otro.

Pues bien, debo reconocer que me ayuda pensar que la dificultad oculta algo… una especie de recompensa, si se quiere, cuando el iniciar ese primer signo es más difícil.

Por otro lado, hasta la traza más pequeña puede a veces ser un signo… y hasta en el signo más pequeño –como decía Wingarden, cuando se ponía cursi-, pueden esconderse importantes significados.

Parecen frases hechas, es cierto… pero no deja de ser verdad que necesitamos significados, pues son estos, en definitiva, los que permiten establecer vínculos con aquello que nos rodea.

“El significado no es distinto del sentido” decía un profe, que recuerdo de vez en cuando.

Y claro, puede que hasta agradezca ese freno que mencionaba en un inicio. Esa fuerza.

Y es que es así, en definitiva, cómo nos entrenamos y nos damos cuenta que carecemos de un discurso que fluya… ¡aún nos queda ese secreto…!

¿Qué decía…?

¡Ah… sí!

De vez en cuando la página en blanco tiene una especie de fuerza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales