viernes, 17 de octubre de 2014

Nada de esto tendrá significado mañana.



I.

-¿En qué piensas?

-En nada.

-No te creo.

-O sea, pienso en leseras, cosas sin importancia…

-¿Por qué “sin importancia”?

-Porque nada de esto tendrá significado mañana.

-¿Nada de qué?

-No sé… nada de esto…


II.

-¿Se podrá guardar el significado de las cosas?

-¿Cómo?

-Si crees que se pueda guardar el significado de las cosas…

-No te entiendo.

-No me refiero a las cosas mismas, ni a los recuerdos, sino al significado que tienen las cosas…

-¿El significado de las cosas cuando nuestra existencia se encuentra con la existencia de ellas?

-Sí… algo así…

-Pues no creo… o sea, el significado de las cosas no está en las cosas sino en nosotros… o en nosotros en relación a las cosas, creo yo…

-¿Y entonces?

-Entonces para guardar el significado de las cosas no serviría guardar las cosas…

-¿Y tendríamos que guardaros nosotros mismos?

-No. No creo que se pueda…

-¿Y entonces?

-¿Entonces qué?

-¿Puedes guardar el significado de las cosas?


III.

-¿Te acuerdas ese libro grande y viejo que compré el otro día?

-No.

-Pues resulta que encontré un montón de flores guardadas entre las páginas.

-¿Flores?

-Sí… de esas secas. Aplastadas… había un montón, entre las hojas…

-¿Y?

-Eso… que no sé qué hacer con ellas.

-…

-¿No las quieres?

-No. No sabría qué hacer con ella.

-¿Y botarlas?

-No sé… algo deben de haber significado…


IV.

-Lo bueno es que de pura casualidad conocí a The Finches.

-…

-O sea, aún no significan mucho, pero supongo que es algo que puede llegar a tener un significado algún día.

-…

-¿Me estás escuchando? ¿Los conoces?

-…

-Bueno, no importa si no contestas, pero ponle play…

-…

-Ah, y de paso, olvídate de lo que te decía antes… no era tan importante, después de todo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales