lunes, 19 de abril de 2010

Sin mucho que decir, un texto triste y etc.

¿Y quién lo manda a uno a ser profe? Eso pienso mientras tengo unas cincuenta pruebas que revisar a un costado y calculo que debo entregar otra pasado mañana e imprimir una guía por mi cuenta porque no la entregué a tiempo, y etc.
No es un gran tema, lo sé. Hablar de esto puede derivar en quejas y cosas absurdas para todos los demás, pero es que la cuestión a veces cansa. Y dan ganas de patalear y uno termina por echarle la culpa a este trabajo que no deja tiempo para hacer otras cosas, y etc.
Lo peor es que este año renuncié a casi todas las horas en el colegio e igual agobia de pronto. Podría estar trabajando más del doble y revisar cincuenta pruebas cuando antes a veces revisaba 300 parece un chiste. Pero el chiste no me está haciendo gracia. En este momento.
Puede ser un chiste corto, pero igual es fome. Debo preparar actividades para mañana y no quisiese pensar en eso. Para peor el tiempo libre lo paso estudiando con mi hijo y ordenando los cuadernos así que no quiero nada por ahora.
Tampoco sé en verdad si quisiera ver una película o leer o algo o escribir... la verdad es que quiero otra cosa, y a veces no sé bien qué es. Y eso es realmente lo fome del chiste.
Aparte de escribir acá (creo que ya se va a cumplir un mes y no he dejado de hacerlo ni un solo día) la idea era estar en un proyecto mayor, avanzando en alguna novela, ordenando unos cuentos para trabajarlos como un corpus... pero hay momentos en que todo eso entra en duda, y uno resulta ser un montón de nudos y apenas un poco más. Y se pierde un poquito la fe, y etc.
Y es que en verdad me siento solo, y eso afecta. Es distinto cuando estás frente a tus alumnos y sabes que te espera alguien, que tus afectos van a brotar y van a ser recibidos...
Es cierto, tengo a mi hijo, y he estado más con él, y me hace bien y lo agradezco... pero quiero algo tan simple como sentirme querido y que alguien me haga cariño en la cabeza cuando me acueste, o tomar la mano de alguien y dormir más tranquilo... o dormir simplemente que es cosa que a veces me cuesta y no consigo ordenar bien.
Y es que quedó una historia viva en mí que me vi obligado a cerrar. O a aceptar un cierre de algo que sentía vivo, y con sentido, a pesar de muchos peros...
Y a veces me siento encerrado acá... puedo ver que algunos me leen (si hasta tengo unos cuantos seguidores y algunos son gente que ni conozco), y de alguna forma me ayuda, no digo que no. Y auqnue suene repetitivo quizá, es algo que agradezco.
Hoy además me invitaron a un colegio en el que trabajé el año pasado. Era para el inicio de la semana en que se celebra el día del libro. Yo debía hacer una charla de inicio y eso fue lo que hice. Y sí, me sirvió hacerlo.
El colegio en sí es un liceo técnico, por lo que los chicos están un poco alejados del tema y suelen ser reticentes a hablar de él o mostrar intereses... Pero la verdad creo que no salió tan mal... les hablé de Kafka, de la O´Connor, de Lispector, de Mishima. Pero sobre todo hablamos del desequilibrio, del para qué escribir, de la necesidad de darse hacia los otros. Del no comprender.
Algo resultó. Algunos contaron una cosas o se mostraron interesados. Alguno pidió una película y un par se acercó a decir unas cosas agradables al final. Varios escriben, varios están incómodos. Varios quizá reciben las historias de esos tipos y los ven cercanos, y obviamente que eso reconforta. Un poco.
Pero interiormente sigo estando igual. Sigo sin comprender y necesitando lo mismo. Supongo que va a pasar. Sé que todo servirá para algo. Que esas pruebas a un costado las voy a revisar y sé también que mañana disfrutaré las clases con mis chicos. De hecho me encanta estar frente a ellos, en verdad. Y a veces ayuda.
Pero sigo estando con un vacío que no se llena escribiendo ni hablando ni dándome a los otros. Y es que simplemente estoy triste. Es así de simple. Supongo que un doctor diría que estoy depresivo o hasta, si le cuento bien lo que me pasa a veces en las mañanas y el constante deseo de no ir a clases o emprender distintas actividades, quizá lo diagnosticaría como crisis de pánico, o algo similar. Pero obviamente es algo con lo que se puede estar...
Supongo que ahora me ducharé, me despejaré un poco, volveré por las pruebas y prepararé las actividades para mañana. Mañana haré la otra prueba, imprimiré y fotocopiaré la guía que no entregué a tiempo, y etc.
Y mientras busco como llenar ese etcétera, y volver a sacar ánimo que en todo caso tengo de reserva, les dejo un texto algo tristón de hace unos años, pero que obviamente se vincula con un área mía, y ahí les va:
.
**
Toda casa tiene
Un cuarto donde no da luz
Yo vivo en esos cuartos

Llevo poco a poco mis supuestas pertenencias
Y las apilo frente a las murallas
Como si quisiese incluso
Eclipsar posibles grietas

Lleno de libros
Imágenes
Películas con un desenlace que sólo yo conozco
Lentamente el espacio se reduce
Y te cobija
Tanto así que a veces buscas apoyar tu rostro
Contra aquellas cosas
Como si pudiesen de alguna forma acariciarte

A veces incluso te acurrucas en el centro
Y lloras profundamente como si aquello sirviese para algo

Así se pasa el tiempo

Hoy me preguntan (desde fuera)
Para qué tanto dolor
Para qué perder el tiempo en aquellos cuartos donde no llegan luces
Como si un hombre sediento bajase hasta el fondo de un pozo
Enteramente seco
A esperar un poco de agua

Y entonces yo no sé que responder
Sólo sé que siento sed
Que mis ojos se han secado

De verdad es poco lo que sé

Yo sólo busco brazos
Que hacia mí se extiendan
Y me abracen

1 comentario:

  1. Terminé de leer casi llorando. Luego pensé en qué podía comentar. Se me ocurrió mandarte un abrazo. Entonces no pude evitar acordarme de Germán Garmendia y obviamente me dio mucha risa. En fin, ¿en qué estaba?

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales