domingo, 2 de octubre de 2022

Finge que no estás en casa.


Apaga las luces.

Cierra las cortinas.

Baja al mínimo el volumen de la música, tv, o cualquier dispositivo que utilices.

Deja en modo vibración tu teléfono.

O apágalo, simplemente.

Almacena comida y libros, para tener en caso de emergencia.

No recojas publicidad que arrojen al jardín.

Si no arrojan, incluso, puedes dejar tú mismo un aviso con ofertas.

Si te angustias por momentos, no te preocupes.

Haz ejercicios de respiración al menos cuatro veces en el día.

Toma vasos de agua fresca.

Procura no pensar en aquello que está fuera de casa.

No sientas culpa por aquellos que te buscan.

Si alguien realmente te conoce, comprenderá tus acciones.

No necesitas dar explicaciones.

Ni a los otros ni a ti mismo.

Permanece limpio, en lo posible.

Haz ejercicio suave.

Si tienes, riega las plantas interiores.

Ponlas cercas de algún sitio donde, aunque sea de forma indirecta, les llegue luz.

Ventila tu casa a través de las ventanas que no se ubiquen en el frontis.

Si escuchas gritos, desde fuera, no te inmutes.

Si ves fuego, incluso, piensa que en casa estás seguro.

Sal de noche, cuando nadie te vea, si necesitas salir.

Al volver, de vez en cuando, haz una marca con sangre, en cada una de las puertas.

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