miércoles, 10 de agosto de 2022

Seis pedazos del sueño.


Sueño por pedazos. Generalmente seis pedazos. No necesariamente se arman entre sí, aunque a veces calzan. Mi hipótesis es que en realidad son siete o más pedazos, pero yo solo sueño seis. Por lo mismo, pienso que hay “algo” (que es de cierta forma la base del sueño) que se parte en pedazos y que no es el sueño mismo.

Con esto, descarto de paso la idea de que los pedazos sean fragmentos dados a partir de la continuidad del sueño. Y es que no se trata de una cuestión temporal. La división aquí es más bien espacial. Quiero decir que aquello que se rompe posee sin duda una “sustancia”, aunque no llegue del todo a ser algo físico concreto.

Ahora bien: desde hace unos meses he comenzado a ser consciente de esos seis pedazos. Y cuando digo ser consciente incluyo también el asumir la responsabilidad sobre ellos. Por otro lado, complementariamente, infiero la existencia de esos otros pedazos (el séptimo y otros) cuya existencia es esencialmente necesaria para sustentar y posibilitar el funcionamiento de los otros seis pedazos de los que sí tengo evidencia, consciencia y responsabilidad.

De esta misma forma, finalmente, creo que es correcto extrapolar el sueño en seis pedazos y proponer derechamente la vida en seis pedazos, y proyectar al mismo tiempo la idea funcional que le asigno a mi sueño.

Nótese por favor que he hablado de pedazos. No fragmentos.

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