miércoles, 17 de agosto de 2022

Lleno de cuerdas está el mundo.


I.

El mundo está lleno de cuerdas.

No el universo, el mundo.

Lleno de cuerdas porque así lo quiso Dios.

Porque quiso existir de esa forma, entre nosotros.

Porque Dios quiso abrazar las cosas, me refiero, siendo el nudo.


II.

Falso.

Las cuerdas no, pero todo lo demás es falso.

Y de las cuerdas colgaban ropas, que también eran falsas.

Las limpias y las sucias no hacían diferencia.

Así, la verdad únicamente servía para sostener las cuerdas.

Y todos lo sabían.

Y nadie lo sabía.

Y entre ambos hechos, la verdad estaba.


III.

Nos enredamos sin más, en las cuerdas del mundo.

No del cuello, necesariamente, pero lo cierto es que nos enredamos.

De esta forma, atrapados quedamos, al interior del mundo.

No gritamos, es cierto, pero solo fue porque no supimos a quién.

Tampoco por qué ni para qué.

Ni lo creímos necesario.


IV.

Es cierto: lleno de cuerdas está el mundo.

Pero en el fondo, las cuerdas solo se amarran entre sí, y no se aferran a sitio alguno.

Y es que no son raíces, las cuerdas del mundo.

Existen junto a nosotros, nada más, como tablones sobre el agua.

No balsas, sino tablones, es su forma de existir.

Allá usted si cree o no quiere creer, en mis palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales