lunes, 4 de julio de 2022

Una buena persona.


Ella dijo que él le parecía una buena persona. Que lo había visto dormir y que él lo hacía plácidamente, como si no tuviese preocupaciones. Que parecía descansar tranquilo. Como si todo estuviese bien.

-¿Y eso simplemente lo hace una buena persona? -le pregunté, algo molesto.

Ella se rio. Dijo que sí. Admitió que probablemente era solo una impresión y que el argumento no era tan sólido. Pero de todas formas insistió en su tesis.

-No suelo equivocarme -me dijo-. Siempre que veo dormir a alguien puedo reconocer si es un buen o mal tipo. Hasta ahora me ha funcionado.

Yo me quedé callado. Calculando, tal vez, a cuantos tipos había visto dormir y tratando que no me importara aquello. Supongo, en todo caso, que no disimulé muy bien.

-Yo duermo poco -le dije-. A veces ni siquiera duermo. No sé si duermo bien o mal, pero supongo que sé, mientras duermo, que todo no está bien. Supongo que lo encontrarás amargado, pero lo siento de esa forma. Da lo mismo donde mire. Todo no está bien. No es que haya que desvelarse por eso… pero pensar lo contrario no me convierte, necesariamente, en un buen tipo…

Nos quedamos en silencio.

-De todas formas, no dije que fueses un mal tipo -comentó ella, luego de un rato.

-Es cierto -admití-. No lo dijiste.

Luego nos despedimos.

La veo todavía, de vez en cuando.

Nunca volvimos a hablar de un tema similar.

Ambos nos miramos, supongo, con cierta desconfianza.

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