sábado, 9 de julio de 2022

Cuando se deja de mover.


I.

Cuando el mono se deja de mover,
se transforma en hombre.

Cuando deja atrás los árboles y los chillidos
y su rostro parece un poco triste.

La ecuación es simple.

Ni siquiera es evolución.

Es cansancio, tal vez.

O es tristeza.

Indicadores evidentes, en definitiva.

No hay que darle más vueltas al asunto.


II.

Darwin no sabe.

O sabe poco.

Me atrevería a decir, incluso,
que apenas intuye.

Observa todo todavía sin bajar
completamente del árbol.

Y desde ahí la perspectiva
probablemente lo confunda.


III.

Yo, en cambio, no me confundo.

Estoy demasiado cansado, para confundirme.

Guardo energías, simplemente,
para denunciar la confusión de otros.

El exceso de fe.

El fanatismo que te aleja de ti mismo.

Y es que esa es,
si lo piensas,
la confusión de Darwin.


IV.

Cuando el mono se deja de mover,
se transforma en hombre.

Esto es cierto.

Pero han pensado en qué se transforma el hombre
cuando se deja de mover.

Ciertamente no en un mono, por supuesto.

Ciertamente no en un mono.

Y es que la ecuación es simple,
pero no es tan simple.

Y la perspectiva correcta, sin duda,
pasa a ser la de aquel hombre.

Eso es todo.

No hay que darle más vueltas al asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales