jueves, 21 de julio de 2022

Si te sigues sintiendo así.


-Y si te sigues sintiendo así -dijo ella-, recuerda que siempre puedes recortar palabras de un libro.

-¿A qué te refieres? -preguntó él.

-A lo que dije, precisamente, a cortar palabras de un libro -repitió ella.

Como él no parecía conforme, ella intentó explicar:

-No digo que sean necesarias grandes frases -dijo-, aunque pueden serlo, por supuesto…. Tómalo como un juego, uno difícil de descifrar, de esos que uno juega sin saber muy bien las reglas...

Él la observaba sin cambiar su expresión.

-Toma una frase cualquiera o una palabra -siguió ella-. De un libro cualquiera, también, al azar… no busques los menos valiosos, arriésgate con uno de esos grandes… uno de Dosto, por ejemplo, no tengas miedo. Yo creo que hasta funciona mejor si te arriesgar a cortar en esos…

Ella guardó un breve silencio como si reflexionara sobre lo que estaba diciendo.

-Sí, creo que es mejor si buscas los valiosos -siguió-. Recorta por ejemplo las primeras ediciones… Siempre frases al azar, palabras, signos sueltos. No las escojas, solo corta. Luego guarda el libro y observa lo extraído. Observa lo extraído individualmente y en su conjunto… En su nuevo conjunto… Y disponlos entonces como quieras formando una nueva unidad.

-¿Armando con ellos una historia? -preguntó él.

-No… -lo corrigió ella, de inmediato-. No una historia, nada con sentido previo… Olvida la lógica. Ordénalos como si quisieras construir una especie de planeta, pero un planeta artificial… Reúnelos, simplemente, ponlos en contacto…

-¿Como un planeta artificial? -interrumpió él.

-Claro, artificial dijo ella-. Artificial, pero no muerto. Después de todo las palabras son de Dosto o de un tipo similar… y además desde un planeta artificial también puede surgir algo vivo, ¿no crees? Algo natural, me refiero.

-¿Algo natural desde un planeta artificial?

-Exacto -dijo ella, mostrándose contenta-. Pero hazlo solo si te sigues sintiendo así… como un último recurso. No es mi idea que los recortes porque sí, solo que sepas que son también un recurso y que hay cosas más valiosas… Más valiosas porque deben mantenerse como totalidad… íntegramente, digamos…

Él la miró largamente, tratando de entender qué era lo que realmente ella quería decirle. Y por qué.

-De todas formas no tienes que preocuparte -dijo entonces él-. Es solo un futuro prometedor que se retrasa, nada más. No será necesario cortar nada…

Ella también lo observó.

Pasaba el tiempo.

El libro de Dosto, en la biblioteca, desesperaba.

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