domingo, 3 de julio de 2022

No pesa tanto el martillo de Thor.


I.

No pesa tanto, el martillo de Thor.

No pesa tanto, como dicen.

Está caliente eso sí, pero no pesa en demasía.

De hecho, una vez te acostumbras al calor,
el dolor cesa de inmediato.

O la percepción del dolor, al menos.

Incluso, si lo piensas, en el fondo son lo mismo.

Dolor y percepción del dolor, me refiero.

De eso hablo.


II.

Tampoco es práctico el martillo de Thor.

O no es tan práctico, al menos.

Es decir, puedes usarlo como cualquier otro martillo.

Pero si es así, debiese uno reflexionar un poco más.

Me refiero a concluir, por ejemplo, que no necesitabas el martillo de Thor.

Y que bastaba, tal vez, con cualquier otro.

Además, tampoco te conviertes en Thor, si sostienes su martillo.

Sigues siendo tú mismo, me refiero, con el martillo de Thor.

Lo portas apenas como un símbolo, de algo que no comprendes.

Lo portas como un símbolo.


III.

¿Y el martillo de Thor?

¿Qué ocurre con el martillo de Thor mismo?

Da lo mismo quien lo porte.

¿Qué ocurre con el martillo de Thor?

¿Dónde se deja cuando alguien no lo porta?

¿Tiene un sitio destinado para su existencia, como creemos tener nosotros?

Parecen varias preguntas, es cierto, pero en el fondo son una.

Simplemente una.

Del mismo modo que el dolor y la percepción del dolor, eran también indivisibles.

De eso hablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales