domingo, 23 de enero de 2022

No sé si lo dije o no lo dije.


No sé si lo dije o no lo dije.

Pero sé que, si lo dije, lo dije mal.

También sé que, si no recuerdo si lo dije
es porque decirlo
no era algo realmente necesario.

Por lo mismo, si lo dije,
aunque no recuerdo si lo hice
y aunque lo haya dicho mal,
me arrepiento de haberlo posiblemente dicho.

En serio me arrepiento.

Hoy me pasan esas cosas.

Arrepentirme, me refiero.

En este caso, por ejemplo,
arrepentirme de todo aquello que no brota
realmente
de una necesidad.

Es extraño ¿no creen?

No digo que sea extraño arrepentirse,
disculpen si lo dije mal.

Yo digo que es extraño
-o extraña en este caso-,
la dificultad que tenemos para diferenciar
aquello que hacemos y que nace de una necesidad
de aquello que no nace de ella misma.

¿Lo han pensado, acaso?

Y si lo han hecho, podrían decirme
¿desde dónde nace lo que no nace
desde una necesidad?

Lo pregunto sinceramente,
pues yo, al menos,
no logro llegar a respuesta alguna.

Solo me parece extraño -y hasta absurdo-,
que surjan acciones, palabras u otras “cosas”
desde la ausencia no ya de necesidad,
sino desde una ausencia general,

Desde una ausencia absoluta, digamos.

No me parece aceptable todo eso.

No sé si lo dije o no lo dije.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales