sábado, 29 de enero de 2022

Bombas, probablemente.


Supuso que eran bombas. No pensó en el porqué ni en el contexto del conflicto ni en posibles atacantes. Solo supuso que eran bombas. Probablemente era más fácil así. Correr a refugiarse en algún lugar bajo tierra, tal como se mostraba a veces en las películas americanas que proyectaban esos posibles bombardeos incesantes, durante la guerra fría. Todo era arte así de la misma fantasía. Toro era ciencia ficción si lo pensabas de esa forma. Una etapa de un juego en primera persona en el que debes buscar refugio. Nada más, por el momento. Sobrevivir antes de pasar a una nueva etapa. Antes de que algún personaje explique lo ocurrido indirectamente para que el espectador se haga una idea más sólida. Pasaba el tiempo, sin embargo, y aquello no llegaba. Y él, por supuesto, solo en parte se sentía como un espectador. Apenas había un hombre vivo en aquel lugar, entre los escombros, además de él. Y se trataba de un hombre vivo solo hasta cierto punto. Moribundo más bien, pues estaba abandonado junto a unos escombros, cerca de otros cadáveres de los que se diferenciaba solo si observabas que un leve movimiento del cuerpo daba señales de respirar todavía. Él, en tanto, se había alejado de ese grupo de cuerpos. No mucho como para no distinguir el olor, pero lo suficiente como para marcar una diferencia de estado entre aquellos y lo que él sentía que era. Aunque claro, el poco espacio en el lugar y lo extraordinario de la situación lo llevaban a dudar a veces de sus mismas sensaciones. Tal vez mi estado no es el que creo. Tal vez no exista una mayor diferencia entre yo y aquellos hombres. Tal vez, incluso, no fueron bombas. Sí… tal vez, pensaba… pero entonces qué. Una rata lo mirada desde una de sus piernas. Por un momento pensó que esa rata sabia la respuesta. De haberle preguntado, incluso, tal vez podría haberle contado algo. Pero no preguntó. La miró simplemente, a los ojos, para saber que no era ella. No soy tú, se escuchó decir. No recuerda mucho más, después de aquello.

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