sábado, 8 de enero de 2022

Francesco lo supo.


Francesco lo supo, por eso se quedó en Roma. No quiso irse nunca a pesar de las ofertas. Comprendió, como pocos, que todo siempre ha sido Roma. Imperio sobre imperio. Ruina sobre ruina. Nunca ha habido otro imperio. Aunque a veces lo parezca, no ha habido otro imperio. Cambiamos materiales y dialectos. Cambiamos objetivos y formas de ir a la guerra. Cambiamos formas de luchar nuestras batallas. Pero nada más cambiamos. Esa es la verdad que prevalece. Todo siempre ha sido Roma. Y no se puede huir de Roma. El imperio es tan vasto que irse es una opción absurda. Malls y coliseos. Cónsul, emperador, rey y presidente. Todo siempre ha sido del César. Francesco lo sabía. Una vez lo dijo, de hecho. Directamente lo dijo. Yo vi y escuché la declaración cuando explicaba por qué se negó a no fichar por el Real Madrid. Sobreponemos camisetas unas sobre otras, pero siempre todo será Roma. Reescribimos siempre sobre la misma hoja. Pintamos una y otra vez sobre un único lienzo. Somos siempre la misma piel y la misma carne. Todos siempre ha sido Roma. K. Dick lo supo. Francesco lo supo. Roma los vio débiles y permitió que lo supieran. Los dioses se revelan, después de todo, a quienes nunca los podrán ver. Todo siempre ha sido Roma. Y el fuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales