domingo, 29 de agosto de 2021

Mínimos.


-Llegaste más tarde que otras veces.

-¿Más tarde? ¿Estás segura?

-Sí, segura… Ayer, pero ejemplo, llegaste treinta minutos antes.

-¿Antes de qué?

-Antes de la hora en que llegaste hoy.

-Puede ser… De todas formas, el problema no es que llegué tarde hoy, sino que ayer llegué más temprano… me dejaron salir antes de la oficina porque iban a arreglar unos enchufes.

-¿Enchufes?

-Sí… o algo así… creo que eran las conexiones de internet, que habían tenido fallas.

.¿Y hoy ya estaban buenos?

-Sí… creo que sí… Al menos no recuerdo que haya habido fallas.

-Pues no sé si sabes, pero acá también hay enchufes malos.

-Claro que lo sé, me lo dices prácticamente todos los días… Además está solucionado porque pusimos un alargador desde otro enchufe que estaba bueno… para la lamparita que conectábamos ahí…

-Pero igual siguen malos.

-Malo. Es singular. Sigue malo.

-Es un enchufe doble.

-Ok. Están malos entonces. Ni siquiera lo necesitamos, pero te obsesiona que esté malo.

-Me preocupa que no arregles lo que falla. Que te dé lo mismo el daño. Si fuera por ti usarías alargadores para todo… Tendrías la casa llena de cables…

-¿Y qué más?

-¿Qué más de qué?

-¿Qué más te molesta ahora?

-Que llegues tarde.

-No llegué tarde.

-Y que niegues haber llegado tarde.

-Uff… ¿Y quedarías feliz si te digo que está bien, que acepto que llegué tarde?

-Feliz no. Eso apenas sería el mínimo.

-¿El mínimo?

-Sí, el mínimo.

-Pues yo te doy ese mínimo si tú me dices para qué cosa llegué tarde.

-No te entiendo.

-Uno llega tarde para algo, me refiero… ¿para qué cosa llegué tarde?

-¿Estás hablando en serio?

-Claro… digamos que saber eso es el mínimo, en mi caso… Mi mínimo.

-Pues no voy a responder aquello.

-Entonces ambos nos quedaremos sin mínimos. En silencio, ojalá, y sin mínimos.

-Te faltó agregar que con los enchufes malos.

-De acuerdo: en silencio, sin mínimos y con los enchufes malos. Sí quieres agregarle algo más, me dices.

-De acuerdo, te digo. Pero te digo cuando yo quiera.

-Tú sabrás. Solo te aviso que estaré en silencio, mientras tanto.

-No tienes que avisarme, puedo darme cuenta que estrás en silencio si estás en silencio.

-Así es… en silencio, como un muerto.

-Como un muerto…

-Sí, como un muerto. Y sin mínimos.

2 comentarios:

  1. Interesante relato realista bordeando lo absurdo. ¡ Felicitaciones Vien por la perseveranci ! (Al pricipio corregir fiera por fuera ? )

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales