jueves, 18 de octubre de 2012

Ropa tendida.



Una amiga me contó que lloraba al ver ropa tendida.

Me explicó que era una especie de tristeza y de vergüenza, pero con un toque de humildad.

-Sé que suena raro –me dijo-, pero siempre sucede lo mismo. No importa si es mi ropa o la de otros… lo cierto es que apenas la observo nace en mí una sensación como de bajar la vista, pero con el corazón… como si mi corazón no fuese digno de mirar cara a cara a la ropa tendida…

Yo trato de entender, pero ella parece no quedar conforme.

-No –continuó-. Lo dije mal. No es no ser digno… eso suena más terrible… esto es más bien con un poco de ternura, con una media sonrisa y luego lágrimas, poquitas y sin agonía… como si fueras a mirar a escondidas a un hijo que se ha dormido esperándote, en la noche…

-¿Con un poco de culpa? –pregunté yo.

-No. No es culpa. Y supongo que tampoco es algo que produzca la ropa en sí. De hecho, la ropa doblada y guardada o hasta sucia, no me produce nada… Con la tendida, en cambio es como que no tuviese derecho a despertarla… o más bien, que tuviese derecho, pero decidiese no hacerlo, mientras termina de estilar y de perder la humedad… mientras termina de estar limpia…

-¿Mientras termina de estar limpia?

-Claro… o más bien… mientras termina de estar lista… o sea, la ropa no se limpia para ella misma, sino para ser usada, para estar lista…

-¿Y eso es lo que da pena?

-¿Qué cosa?

-Que la ropa se limpie no para ella misma, sino que para ser ensuciada nuevamente… el proceso, el lavado, el secado, el sol en ella… y nada por ella misma…

-Quizá –dice mi amiga, pensativa-, la verdad nunca racionalizo esas cosas… o sea, me gusta hablarlas… y la verdad es que ese llorar alivia un poquito… me confirma que siento…

-O a revés –intento complementar-, quizá sentir te confirma a ti misma.

-No contamines… -concluye sonriendo-, a mí me gusta sentir así, como si mi corazón también se pusiera al sol y luego botara la humedad por los ojos, nada más… y sí… quizá lloro entonces porque no es para mí misma aquel llanto…

-...

-¿Suena absurdo, no…? -ella sonríe y baja la vista- ¡Qué tonta…! Me dieron ganas de llorar de nuevo.

1 comentario:

  1. "nace en mí una sensación como de bajar la vista, pero con el corazón…"
    Ey... a mí me pasó eso... exactamente!!!
    abrazos.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales