Estimado señor Fujimoto:
Ante todo disculpe mi insistencia.
Le escribo con la esperanza de que su silencio sea
admirativo y pueda interpretarse como una invitación a seguir enviándole mis
trabajos.
Esta vez le envío dos nuevos diseños de origami.
El primero (en papel rojo) corresponde a mi
creación implosión 4, cuya
complejidad, como podrá apreciar, aumenta considerablemente respecto a implosión 3, que envié hace algunas
semanas junto a unicornio de seis patas
(el que iba en papel blanco con manchitas verdes), como usted recordará.
El segundo diseño que adjunto en esta oportunidad
(en papel musgo) pertenecee en cambio a mi serie relacionada con estructuras
celulares, pudiendo ser nombrada como vacuola
1, si usted lo requiere.
Como podrá apreciar, adjunto también esta vez -como
en las seis últimas misivas-, la transcripción al modelo matemático de los dos
nuevos diseños, junto a la aplicación de los teoremas de Maekawas y de
Kawasaki, según se indica.
Así, gracias a dichos modelos, puede apreciarse
fácilmente, por ejemplo, la diferencia entre la actual vacuola 1, y la ya
obsoleta mitocondria 5, que no parecen tener, a primera vista, mayores diferencias.
(Mitocondria 5 fue enviada en Diciembre del año
pasado, en papel cuadriculado, levemente azul, no sé si recuerda).
Así, esperando que mis nuevas creaciones sean de su
agrado y que puedan motivar –ahora sí-, una respuesta o comentario concreto, se
despide atentamente
Vian.
P.D.: No me gusta ponerme en este caso, pero estaba
pensando que quizá usted no contestó mis misivas de estos últimos años de forma
deliberada, y que tal vez no tenga, necesariamente, una buena concepción de mí
ni de mi trabajo.
Pues bien, si fuese así, señor Fujimoto –y si me
equivoco le ruego olvidar simplemente lo dicho-, me gustaría que abriese el
sobre negro que envío también junto a lo anterior, y sacase la extraña figura
que se encuentra en su interior.
¿Reconoce lo que es, señor Fujimoto? ¿Comprende qué
quiero decirle…?
Y es que no es algo contra usted… (no
personalmente, al menos), pero ya me estoy cansando de cierta indiferencia que
aprecio hoy por hoy en el mundo y que me está afectando de una forma extraña.
Es decir, he tratado que no me afecte –y me he ido
plegando incluso, para que esto no ocurra-, pero silencios como el suyo son los
que terminan por desmotivarnos y nos alejan de cualquier nuevo diseño que pueda
hacernos partícipes-creativos, de aquello que nos rodea.
Ojalá no sea usted de esa calaña, señor Fujimoto.
No dejo de confiar en usted, ni en los demás.
indiferentes, dicen por todos lados...
ResponderEliminarFeliz cumpleaños! :)
Gracias.
ResponderEliminarSaaludos tb.