jueves, 30 de mayo de 2024

El sol con piernas.


I.

Me cuentan que cuando niño dibujaba al sol con piernas.

Redondo y amarillo, como todos, pero yo lo dibujaba en medio del cielo, con piernas.

-No caminando -me explican-, simplemente con piernas, como si estuviese parado posando para una foto.

-¿De frente y sonriendo para una foto? -pregunto.

-No sé si sonriendo -me dicen-, pero sí con piernas.

Se ríen de aquello y luego cambian de tema.

Yo intento hacerme una idea de aquello, supongo que buscando una razón.

No la encuentro, por supuesto.



II.

Semanas después tengo un sueño extraño en el que observo uno de esos dibujos.

Una casa abajo, una figura pequeña, un árbol… y sobre ellos un cielo sin nubes donde se encuentra quieto un sol con piernas.

Entonces intento ver si sonríe, pero me cuesta verlo.

Justo antes de despertar, creo observar que no tenía rostro.

Solo un círculo amarillo, en lo alto, pero con piernas.



III.

-Es cierto -me dicen, luego que les cuento del sueño-, ahora que lo mencionas lo recuerdo… nunca pintabas al sol con rostro, pero sí con piernas…

Yo los escucho, atento.

-Además una vez te preguntamos hacia dónde iba y tú te enojaste -agregan-, y nos dijiste que no iba a ningún sitio…

-¿Decía que no caminaba? -pregunto.

-Sí -señalan-, tu sol tenía piernas, pero no sé para qué…

Solo entonces, no sé si recordando o inventándome recuerdos, comprendo que entonces sabía algo.

Algo importante, ciertamente.

Y que no debía decirse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales