jueves, 23 de mayo de 2024

Ascensores.


Ascensores.

Que todo lo que haya sean ascensores.

Unos sobre otros incluso.

Un mundo entero de ascensores.

Y claro, que no bajen después de llegar arriba.

Que no desciendan.

Si no para qué.

Que solo indiquen pisos superiores e idealmente solo el último.

Subir en ellos y que luego haya solo niveles de paso.

Nada permanente, me refiero.

Nadie que llegue a su piso y diga entonces que ya está.

Que todo sean ascensores y mecanos transportables para ir subiendo más arriba.

Ni siquiera se vale pensar el cómo.

Súbase simplemente y aprete el botón y luego ya está.

Apriétese dentro, si es amable, para que quepan más personas.

Y eso si usted quiere, por supuesto.

Nadie está obligado.

Así también, si alguien lo desea puedo elegir alguna otra cosa.

Quedarse en un ascensor, por ejemplo, de esos que ya han llegado a sus destinos.

Cerrar la puerta entonces y bueno… yo qué sé.

Mientras uno sube no vale la pena pensar en muchas cosas.

No hay que distraerse, pienso yo.

Por lo mismo, los ascensores deben ser simplemente prácticos.

Sin preocupaciones estéticas, me refiero.

Y hasta sin música, esta vez.

Ah, sí… y que sean sin espejos.

Eso es todo, supongo.

Ascensores.

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