viernes, 5 de mayo de 2023

Una anciana que juntaba colillas.


Me acuerdo de una anciana que juntaba colillas.

En un parque, dejándolas sobre una banca.

Era un personaje de una obra de teatro No, de Yukio Mishima.

No sé por qué, en este momento, la recuerdo.

Podría inventar razones o establecer algunas asociaciones,
pero de todas formas terminaría resultando extraño.

En definitiva, no sé por qué ocurre.

Por otro lado, no la recuerdo como un personaje sino como una persona específica.

Nunca la vi, me refiero, solo leí aquella obra,
pero la recuerdo como si la hubiese visto físicamente,
frente a mí.

De hecho, mis recuerdos van más allá,
y me imagino teniendo una conversación con aquella mujer.

En la conversación hablamos sobre el pasado,
y después sobre el futuro.

La imagen es tan nítida que incluso puedo contar las colillas que hay sobre el banco.

Son dieciocho.

Ella las ordena y luego las mete en una especia de tarro plástico en el que ya suma 121.

Al parecer, soy yo el que hablo del pasado y la mujer me corrige,
diciéndome que es absurdo hablar sobre aquello.

Luego busca una de las colillas menos consumida y me la entrega.

Incluso me pasa fósforos, para que encienda aquel cigarro.

No fumo, pero de igual forma intento prenderlo.

La mujer espera a que lo fume, sin decir nada en particular.

Me molesta el humo, pero no toso.

Debo haber tenido una expresión extraña porque ella se ríe.

Se ve alegre, mientras me observa.

Me gustaría haber sido hecha, de hecho, para poder observarme y reírme así.

No recuerdo para nada, si soy sincero, de qué trataba la obra de Yukio Mishima.

Probablemente, nunca más en mi vida, la vuelva a leer.

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