miércoles, 3 de mayo de 2023

Los vidrios se empañan desde dentro.


Si se empañan los vidrios lo bueno es que se empañan desde dentro.

Parece una observación menor, pero lo cierto es que tiene su importancia.

Puedes limpiarlos fácilmente, por ejemplo.

Y no tener que salir (fuera de casa, en este caso), es sin duda una ventaja.

No hay inconvenientes por el cambio de temperatura.

Nada de exponerse ante peligros innecesarios.

Los desempañas, simplemente, moviéndote apenas de tu sitio.

Con un paño ojalá, para asegurar que quede bien.

Luego observas por el vidrio y todo debiese estar restablecido.

Las cosas en su lugar, me refiero.

Tú dentro y las otras cosas fuera.

O así debiese funcionar, al menos.

Si no ocurre de esa forma, debes comenzar (recién), a preocuparte.

Y es que puede que no estés dentro, como creías en principio.

Y quien debe desempañar el vidrio es alguien que está (sin duda) al otro lado.

De hecho, aunque no lo veas, debieses comprender que ocurre así.

O intuirlo al menos, por experiencias previas.

Puedes incluso acercarte al vidrio e intentar verlo.

Como sombra, al menos, tras el vidrio, que ha de seguir empañado.

Si tienes suerte, tal vez se acerque hasta él y (aunque no lo desempañe) tal vez escriba algo.

Pon atención, entonces, pues en esa palabra puede estar el secreto.

Puedes leerla (estoy seguro) si te esfuerzas.

Espera por tanto y no lo olvides:

Los vidrios se empañan desde dentro.

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