lunes, 14 de diciembre de 2020

Por ejemplo.



-Si en este terreno hay diamantes, por ejemplo… yo los dejaría ahí, bajo tierra… Incrustados en la roca… Eso haría si hay diamantes. 

-Pero no hay… 

-No es el punto… si hay o no hay es irrelevante… eso es solo un ejemplo… no estamos hablando de diamantes, además… 

-¿Y de qué hablamos, entonces? 

-¿Ahora? 

-Sí, ahora… ¿de qué estamos hablando? 

-Pues no sé… de otras cosas… pensé que seguías la idea… llegamos a los diamantes, pero de igual forma pudimos llegar a otro ejemplo… lo importante aquí es que era un ejemplo subterráneo… cosas que hay que desincrustar, supuestamente valiosas… que preferimos no forzar… no enriquecernos a la fuerza… por eso sentí que calzaba perfecto… 

-¿Qué es lo que calzaba perfecto? 

-El ejemplo. 

-¿El ejemplo…? ¿Cuál ejemplo? 

-El ejemplo de los diamantes bajo tierra… en este terreno… incrustados en la roca… lo que te decía recién… ¿también olvidaste el ejemplo? 

-No, no es eso… 

-¿Y entonces? 

-No sé… solo me confundo, yo creo… 

-¿Te confundes? 

-Sí… supongo que quise dejar el ejemplo bajo tierra, como los diamantes… 

-Es distinto… el ejemplo ya está expuesto… los diamantes están bajo tierra, incrustados en la roca… 

-O no están… 

-Claro… o no están.

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