domingo, 6 de diciembre de 2020

Impar.



Por la compra de un pack de pares de calcetines venía uno de regalo. 

No un par, me refiero, sino un calcetín extra. 

Si no se entiende lo digo de otra forma: 

Venía en el pack, incluyendo el agregado, un número impar de calcetines. 

Como pensé que era un error lo consulté con un par de vendedores de la tienda. 

Se excusaron diciendo que la oferta era de la marca, no de ellos, y que no podían hacer nada al respecto. 

Yo les expliqué que no quería que hicieran nada, solo quería comprobar si aquello les parecía absurdo. 

-¿Absurdo en relación a qué? -me dijeron. 

-En relación al número par de pies que la mayoría de la gente tiene -les dije. 

Ellos se miraron, como si no comprendieran. 

-Un número par de pies -les recalqué-, y un número impar de calcetines. 

-Puede ser inconveniente -aceptó uno de ellos, tras pensarlo un rato. 

-Inconveniente, pero no absurdo -complementó el otro, mientras ambos se miraban, asintiendo. 

Pensé en discutir, por supuesto, pero finalmente no lo hice. 

-Puede llevar dos packs -dijo entonces uno de los vendedores, como si hubiese hecho un gran descubrimiento. 

-Dos impares siempre es par -complementó el otro. 

Los observé atentamente mientras parecían sentirse orgullosos de su solución. 

Entonces, finalmente, pedí tres pares, solo por no aceptar su propuesta. 

Ellos dudaron un poco, pero luego trajeron los tres packs de calcetines que les pedí, con sus respectivos calcetines extras. 

-No se moleste con nosotros -me dijo entonces, a modo de despedida, uno de los vendedores. 

-De lejos se nota -dijo el otro-, que usted es uno de los nuestros.

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