viernes, 11 de diciembre de 2020

El resumen del día.


I. 

Esa mañana según recuerdo, nos reímos de un chiste que no entendimos. 

De hecho, nos reímos, justamente, porque no lo entendimos. 

Lugo de reír hablamos del asunto y confesamos aquello. 

Pero mientras hablamos comprendimos que no lo habíamos comprendido, por razones diferentes. 

Eso detuvo nuestra alegría. 

No sé bien por qué, fue que la detuvo. 


II. 

Hablamos esa tarde sobre las plantas de interior. 

¿Quién creó las plantas de interior? 

Mientras tomábamos un jugo hablábamos de aquello. 

Un jugo natural, tomábamos, de guayaba y maracuyá. 

Bebíamos un sorbo y comentábamos. 

Si la naturaleza solo es de exterior, ¿cómo es que existen plantas de interior? 

No recuerdo si dimos con la respuesta. 

O con una posible respuesta, al menos. 

Tras terminar el jugo regamos las plantas. 

Todas tenían, por cierto, muy buen aspecto. 


III. 

Ya en la noche decidimos hablar de nosotros mismos. 

Nada muy elaborado, algunas cuestiones personales o la mención de algunos gustos. 

Entonces, comenzamos a contradecirnos y de cierta forma a molestarnos. 

No lo hicimos de gusto, por supuesto. 

Ninguno tenía intención de cuestionar al otro, me refiero. 

A pesar de eso, todo se convirtió de pronto en un chiste que no entendimos. 

Y fue como si una planta de interior se dañase de pronto, por dejarla directamente al sol. 

Este es, por cierto, el resumen del día.

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