No se me dan bien los superhéroes. O no los
comprendo, más bien. Por ejemplo, está esa manía por las capas y los calzoncillos
de colores, lo que ya de entrada no me parece algo sano.
Y es que un verdadero superhéroe no debiera ser
visto. Ni directamente ni como símbolo de algo. Me refiero a que nada debe
representar. Ni para los otros ni para él mismo. Porque claro, solo se es
superhéroe cuando se identifica el mal… y eso implica que se comprende el mundo…
Pero parece que no me explico.
Disculpen.
Lo que pasa es que doy por hecho ciertas cosas.
Por ejemplo, doy por hecho que identificar el mal
es comprender el mundo, y que comprender el mundo es también desaparecer… como
le pasa a Dios, si lo pensamos un poquito…
Así, no resulta extraño que mi única creación a nivel de superhéroe haya sido
el Hombre Cebolla, un personaje del que hice unas historias hace varios años
atrás… sin mucho éxito, dicho sea de paso.
Y es que no parecía tener mucho poder el Hombre
Cebolla. De hecho, se vestía igualito a cualquier ciudadano promedio y su único
poder era el de la comprensión.
Poder que resultaba intransferible, más encima.
Así, tras salir el primer número del cómic, recuerdo
que recibí un par de mensajes que me recomendaban otorgarle algún poder
concreto.
-Por lo menos que haga llorar e irrite los ojos –me
decían.
Pero yo me negaba rotundamente.
Además, la razón de su nombre no se relacionaba con
el efecto aquel que producen las cebollas, sino con la idea de poseer un gran
número de capas.
Con todo, no me refiero a esas capas a lo Súperman,
como decía en un inicio, sino a esas delgadas coberturas sobrepuestas que
parecen proteger un centro, pero que al final revelan que no hay nada, salvo
capas.
Y es que el Hombre Cebolla, finalmente, debido
justamente a su poder de comprensión, debía despojarse de sí mismo ante los
otros… hacerse pequeñito… y desaparecer incluso, hacia el final de la saga.
¿Que no era entretenida…?
¿Qué no se puede pelear contra lo que ya se
comprende…?
Pues sí, son cosas que me han dicho, y que acepto.
¡Pero no me digan que no es un superhéroe…!
Ese es un tipo de error básico, egoísta y hasta
sucio... que no acepto.
A cada heróica comprensión se desprendía de una capa hasta quedarse desnudo y vacio, llorando, es muy duro ser héroe cebolla, me gusta el personaje.
ResponderEliminarSin duda sería un verdadero super héroe, además,su entrega sería total!
ResponderEliminarUn abrazo.
P.d
lo más absurdo (y que en nada contribuye al respeto que deberían inspirar esos super héroes clásicos) es que los mentados calzoncillos, además los usan FOR FUERA de la ropa!
=(