viernes, 10 de agosto de 2012

El hoyo 18.





Algo especial debiese ocurrir en el hoyo 18.

Eso sería lo justo, al menos.

Algo así como encontrar
un agujero que diera hacia la nada,
me refiero,
o como descubrir sin más
el desagüe del mundo.

Y es que el final del juego
no debiese dejarnos
en las mismas condiciones
con que lo empezamos.

Eso no sería justo.

Nadie avanza para eso.

En este sentido,
más que un simple agujero
el hoyo 18 debiese ser, más bien,
una cerradura por la cual atisbar
un secreto lo suficientemente importante
como para permanecer en aquel sitio
y sentirse renovado.

Algo así como el ombligo del mundo.

Algo así como el ojo de Dios.

Algo así como un pozo hacia nosotros mismos.

Y es que no importa como lo nombremos,
lo cierto es que el hoyo 18 debiese ser más,
de lo que es;
una pequeña ventana
por la que miramos a nuestro interior
y descubrimos realmente
quiénes somos.

Y claro,
nadie asegura que ese descubrimiento
sea necesariamente
un hecho placentero…

¿Pero saben?

No sería justo de otra forma.

1 comentario:

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