jueves, 2 de agosto de 2012

¿Le importaría decirme qué es lo que hay de estúpido en esto...?


“En tu pasión por lo verdadero
puede que solo vean lo maniaco”
O. W.


-¿En qué? –le dije.

-En esto… ¿le importaría decirme qué es lo que hay de estúpido en esto?

-Disculpe, pero no sé de qué está hablando.

-¿No sabe usted de qué estoy hablando? –repitió.

-No. No sé.

-¿Y entonces por qué se disculpa…? ¿Cree que no puedo darme cuenta de su expresión?

-Eh…

-¡Lo ve…! No puede usted negarlo…

-Puedo negarlo, pero si usted…

-¡Puede negarlo porque usted es un caradura…! Era de esperar…

-Pero si yo no he hecho nada… no sé de qué me acusa…

-¡Lo acuso de ser usted…! ¡De ser usted y de todo lo que eso implica!

-¿Y qué es lo que implicaría ser yo?

-¡¿No lo sabe usted…?! ¡O sea que tiene el descaro de considerar estúpido todo esto, y ni siquiera saber qué implica ser usted mismo…! ¡Usted es realmente de la peor clase!

-Pero si yo…

-¡Nada! No se venga a excusar ahora que ya ha hecho el daño… Las disculpas no sirven de nada en estos momentos.

-Pero si yo no me iba a disculpar.

-¡¿No se iba a disculpar…?! ¡¿Pueden oírlo…?! ¡No se iba a disculpar…! ¡Desvergonzado!

-Pero señor, baje la voz, están mirando todos…

-¡Pues qué se enteren…! ¡Ya estoy harto de esos como usted que viven fingiendo ante todos y después lo tratan a uno como si estuviese equivocado, o fuese simplemente un desquiciado… y quieren dar vuelta los hechos…!

-Pero si yo no he dicho eso…

-¿No? ¿Acaso usted cree que es así de sencillo fingir que no ha pasado…? ¡¿Quedarse quieto y hacer como si no hubiese nada qué reparar…?!

-Pero es que yo no entiendo, yo…

-¡Yo, yo, yo…! ¡¿Acaso no sabe pensar en alguien más que usted mismo…? ¡Usted es un egoísta…!

-Pero si no he hecho nada, se lo repito…

-Por lo mismo… ¡no hay nada peor que no hacer nada…! ¡Ese es el peor egoísmo… no hacer nada ni por usted mismo! ¡¿Cree que lo va a salvar algún día no haber hecho nada…?! ¿Cree que ese es un argumento válido…?

-No, pero…

-¿Va a repetir que no lo entiende? ¿Va a volver a excusarse y quedarse en la nada…?

-Es que intento comprender qué sucede y no puedo…

-Lo que pasa es que usted quiere comprender esto como un proceso sicológico...lo veo venir…

-¿Qué ve venir?

-Sus interpretaciones y juicios errados, por supuesto… su superioridad artificial… ¡Pero le advierto…! ¡Nada de psicología!

-¿Nada de psicología…?

-Sí… y sobre todo nada de esa psicología que en el fondo, solo busca descubrir aquello que puede explicar…

-Eh…

-¿Va siguiendo al menos lo que le digo…?

-Pues no sé, realmente…

-No saber es saber que no sabes… eso ya es valioso…

-¿Valioso?

-Sí, valioso. Quizá no tanto como para disculpar todo, pero por algo se empieza.

-Mmm…

-¿Qué…? ¡¿Va a empezar de nuevo a encontrarlo estúpido?!

-No, pero…

-Pero nada. Déjelo así y yo trataré de olvidar la ofensa.

-Pero…

-No me lo agradezca, así sucede cuando uno ya viene de vuelta…

-Eh…

-¡Ya… nada de titubeos! ¡Y cuídese mejor de esa superioridad que busca disfrazar…! –me dijo finalmente.

Yo me quedé en silencio.

-¡Ah… y duerma un poco! –concluyó.

2 comentarios:

  1. Como siempre, geniales tus vueltas por la incongruencia para mostrar actitudes verdaderas por medio del absurdo.

    Un abrazo

    p.d

    Un detalle, a partir del "eh" (en la mitad del texto, el usted se vuelve tú y ese cambio en la familiaridad hace algo discontinuo el texto)

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  2. Sí... había sido de gusto, como para enfatizar que luego esa voz adquiría una cierta "superioridad"... pero es cierto. Así que lo cambié. Igual nunca alcanzo a releer ni corregir lo que escribo...
    Gracias y saludos.

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