viernes, 5 de julio de 2024

M. aprende a equilibrarse, sobre la bicicleta.


Hace un mes, más o menos, M. aprendió a equilibrarse, sobre la bicicleta.

Todos los niños lo hacían, es cierto, pero la diferencia es que M. lo hizo solo y sin pasar por la etapa de las rueditas auxiliares.

Además, no hablo aquí de avanzar, simplemente, sino de equilibrarse en la bicicleta, incluso cuando esta se encuentra prácticamente detenida.

Eso nos llevó a felicitarlo y a sorprendernos de verdad, con su logro.

Por esto, grabamos unos videos de él sobre la bicicleta y hasta le hicimos una especie de entrevista, para que diera sus propias impresiones.

Entonces él, si bien es muy pequeño, intentó explicar su técnica.

-Debes pensar que te estás cayendo para ambos lados al mismo tiempo -fue más o menos lo que dijo-. Te dejas caer en todas direcciones y de esa forma te quedas justo donde estás…

En ese momento, por supuesto, simplemente lo grabamos y nos reímos con sus palabras.

Y después de compartir el video con algunos conocidos, nos olvidamos de lo que había dicho y supongo que pasamos a interesarnos por algo más.

Hoy, sin embargo, lo he recordado pues me he encontrado con M. en una plaza.

Yo venía de comprar algo en un negocio y él estaba sobre su bici, a solas, equilibrándose en un mismo sitio, sin pedalear.

Me quedé entonces observándolo, por un rato, sin que me viera.

Poco después decidí mejor volver a casa.

Por un momento estuve tentado de escribirle un mensaje a alguien, pero finalmente lo dejé pasar.

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