sábado, 14 de octubre de 2023

Salió a matar zombies.


I.

Salió a matar zombies.

Eso me dijeron cuando pregunté por él.

Luego pregunté si esa frase la había dicho él directamente o era más bien la interpretación de quien me contestó.

Como no me respondían expliqué brevemente que los zombies ya estaban muertos, y por eso, decir que iba a matarlos no era una expresión del todo exacta.

Dejó una nota, me contestaron.

Pegada en su puerta, la dejó.

Si preguntan por mí di que fui a cazar zombies, decía la nota.

Eso me dijeron que escribió, al menos.

De acuerdo, dije yo, gracias por explicar.

No volví a preguntar por él.


II.

Semanas después de aquella conversación recibí una llamada.

En laa pantaalla se mostraba un número desconocido.

No se escuchaba bien.

Resultó ser él.

Todos son zombies, fue lo primero que dijo.

Ni siquiera hola, ni siquiera se presentó, solo dijo que todos eran zombies.

De acuerdo, dije yo.

Luego le pregunté si ya había matado a varios.

Los zombies ya están muertos, me dijo, no se matan.

¿Y qué se les hace?, pregunté.

Se les acompaña, me contestó.

Se habla con ellos, se trabaja con ellos…

¿Se vive con ellos?, le interrumpí.

De nuevo le erraste al verbo, me dijo.

Fallé de gusto, confesé.

No nos dijimos nada más.

Colgamos poco después.

En otra época, al menos, nos hubiésemos reído.

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