martes, 13 de junio de 2023

Una mota de polvo en la mota de polvo.


Una mota de polvo en la mota de polvo.

O poco más.

Sobre las cosas poco más.

El polvo.

Solo el polvo, probablemente.

Poco más es lo que digo.

Es decir, sobre las cosas el polvo.

Eso es lo que digo.

Palabras como el polvo, es lo que digo.

Y el polvo, por supuesto, sobre las cosas.

No importa qué cosas.

Ni cuántas.

Poco sé.

Tal vez ellas, bajo el polvo, sepan más.

Un secreto, quizá.

Uno que revele lo que son, finalmente, las cosas.

Su verdadero peso.

El origen de su entusiasmo.

Su entusiasmo de no ser polvo, me refiero.

De eso hablo.

O de eso, al menos, quiero hablar.

De la voluntad de las cosas.

De cómo vive, bajo el polvo, la voluntad de las cosas.

De cómo se niega a ser una, con el polvo.

De su escape.

De esa forma de escape que debemos aprender de las cosas.

Quietos.

Quietas las cosas, bajo el polvo.

Y sobre el polvo, más polvo.

O poco más.

Nunca pisadas.

Nunca huellas.

No es eso lo que dejan las palabras.

Definiciones, tal vez.

Axiomas, apenas.

Sin movimiento no hay polvo, por ejemplo.

Eso es lo que dejan.

Ya se entiende lo que sigue.

Ir con calma, sí.

Pero hacia dónde.

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