sábado, 24 de junio de 2023

Por costumbre.


No saben bien.

Ni ellos ni nosotros.

No sabemos, me corrijo.

O sabemos más bien de una forma básica.

Intuitiva, si quieren.

Así sabemos, en principio: nos reunimos y observamos.

Y a veces, después de tanta observación, lanzamos una frase para demostrar que comprendemos.

El mundo es redondo como el mundo, decimos.

Y claro, otros escuchan lo que decimos y luego se lo apropian.

No con mala intención, no estoy aquí acusando a nadie.

Es solo el deseo de comprender, a fin de cuentas.

Y de demostrar esa comprensión al otro.

Así, las cosas, van tomando poco a poco la edad de quien las mira.

Su rostro.

Su nombre, a veces.

Su falta de espíritu, incluso.

Por eso no sabemos.

Porque nos acercamos mal.

Porque abrazamos para no caer, por lo que en el fondo no abrazamos.

Nos aferramos apenas. Nos sujetamos.

Flotamos en la marea agarrados a lo primero que pillamos.

Esto será lo que nos salve, decimos.

Ya gradecemos mal, desde entonces.

Agradecemos a las cosas, me refiero.

A las cosas que estuvieron ahí, para aferrarnos.

Y }claro... salimos de esta forma del aprieto.

Y volvemos luego a reunirnos y observar.

Alguien dirá entonces: el mundo es redondo, como el mundo.

Y yo tendré que disculparlos, nuevamente.

No los tengan en cuenta, diré.

Le llaman mundo, ellos, por costumbre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales