jueves, 22 de junio de 2023

De una oscuridad a otra.


De una oscuridad a otra.

Y entre ambas no sé bien qué decirte.

Agua caliente y agua helada, tal vez.

Y un cambio drástico, como ocurría con Ranma.

-¿De qué mierda hablas? -me interrumpe alguien.

No reconozco la voz.

Tal vez sea tuya.

Y como no tengo por qué explicarte sigo simplemente con lo mío.

De una oscuridad a otra, retomo.

Y entre ambas admito que no sé bien qué hay.

Como voy descalzo reconozco piedra, debajo.

No piedras, sino piedra.

Un piso de piedra, más bien.

Relativamente parejo.

Helado.

Hecho por alguien que no soy yo.

No lo observo porque nada observo.

Y porque lo prefiero así, por cierto.

No observado.

-No lo prefieres -dices entonces, interrumpiendo desde un extremo-. Dices eso únicamente para no decir otra cosa.

Probablemente sea cierto, admito.

Siempre que hablamos elegimos no decir otra cosa.

Ya sabes…

Desde una oscuridad a otra es que hablamos.

Y las palabras huyen de nosotros como cucarachas que se alejan de la luz.

Por otro lado, cuando son honestas, las palabras caen como vasos y se quiebran en el piso.

No sé muy bien si se trata o no de una mejor opción.

Nunca he sabido que contienen esos vasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales