jueves, 16 de marzo de 2023

Un anciano.


Un anciano en la esquina bajo la luz de un farol se apoya en un poste gris que está inclinado.

Yo observo a ese anciano.

Como es de noche y está oscuro (a pesar de la luz) las cosas parecen confundirse un poco.

No hay luna.

Primero pienso que es un cuadro. Una pintura.

Una suma de elementos pintados bajo cierta disposición que no logro describir.

Vuelvo a observar.

No sé bien qué es lo que veo.

Un anciano que está inclinado bajo la luz gris de un farol, se apoya en la esquina de un poste.

Sí. Aparentemente todo sigue en orden.

Yo observo que no hay luna.

A pesar de la poca luz reconozco al anciano que parece confuso, a la distancia.

Está iluminado desde arriba, y ya no sé si lo que veo es un anciano o un anciano en un cuadro.

Probablemente ni él mismo podría aclararlo.

Vuelvo a observar.

Sé bien que no es exacto lo que veo.

Un anciano gris se apoya en la luz inclinada de la esquina de un farol, que está bajo un poste.

Nuevamente no es cuestión vista, ni de orden.

Aunque lo parezca por momentos.

Yo observo todo esto y eso es lo que concluyo.

Podría pensarse que el problema radica (dos veces) en el significado de la palabra bajo.

Pero lo cierto es que aquello no es cierto.

Vuelvo entonces a observar.

No hay luna.

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