martes, 14 de febrero de 2023

No anida en el pasado, la derrota.


No anida en el pasado, la derrota.

De hecho, no anida en ningún sitio.

Les contaría sobre ella, pero no lo siento válido.

En cambio, les hablaré sobre algo que pensarán que me invento.

De esto les hablaré, en reemplazo:

Una vez vi un pájaro caer a tierra.

Sin disparo de por medio.

Como si hubiese olvidado volar o se hubiese dormido de pronto.

Cayó lejos de mí, pero fui hasta él.

Estaba muerto, sin duda, pero no destrozado.

Había caído desde una altura que no era suficiente, para ello.


Es extraño, pero ahora que lo cuento no recuerdo que pájaro era.

Iba a describirlo, de hecho, y me quedé en blanco.

Incluso, forzando la memoria, me parece confundir su aspecto con el rostro de un humano.

Yes confuso entonces hablar sobre aquello.

Y posiblemente peligroso.

Vuelvo mejor a la derrota que mencionaba en un inicio.

No para hablarles sobre ella, pero al menos, para alejarme de aquel pájaro.

Luego cambio la derrota por otra cosa cualquiera.

No hago diferencias pues de igual forma, como con el pájaro, creerán que me lo invento.

Guardo para mí, entonces, la verdad. Y la protejo.

Y comienza así otra historia.

Otras palabras que hoy ni siquiera agrego.

Sobre el fuego está la olla y parece vacía.

¿Tienen miedo de acercarse para ver lo que hay dentro?

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