domingo, 12 de febrero de 2023

Algo así como dos condesas era ella.


Algo así como dos condesas era ella.

Yo la reconocí desde un principio.

A veces basta simplemente con mirar.

O tal vez miento, como todos, en el juego.

¡Qué miedo mentir -o mentirse-, cuando la verdad está tan cerca!


Algo así como dos condesas era ella.

Lo sabías desde antes.

Ella misma te lo dijo, sin decirlo.

Fue siempre dos condesas jugando a que era otra.

Olvidando o fingiendo que olvidaba, nadie hay que pueda ya decírnoslo.


Algo así como dos condesas era ella.

Y quien lo diría: ¡a mí con una me bastaba!

Resulta tan claro a fin de cuentas que nadie lo advierte.

Así ocurren siempre las cosas.

Suena el corazón, al latir, pero nadie lo escucha.


Algo así como dos condesas era ella.

Dos condesas que portaba, como cartas, en sus manos.

¡Pero aún si no lo hiciera sería siempre dos condesas!

Ella ve el mar cuando mira hacia mí, pero no lo escucha.

Probablemente no lo reconozca en lo absoluto.


Algo así como dos condesas era ella.

Dos condesas en una, por supuesto.

De esas que al menos evitan la muerte, cuando la porta el asesino.

Pudo no revelarlo, pero finalmente lo hizo.

Algo así como dos condesas era ella.

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