viernes, 13 de enero de 2023

Se decepcionó al verlo.


Se decepcionó al verlo porque había leído, en su perfil, que se dedicaba al modelismo.

Y ella, erróneamente, había pensado que él era modelo.

Un atractivo modelo que no sabía escribir la palabra modelaje, pero esto último no le había importado cuando concertaron la cita.

Ahora, mientras lo veía llegar, ella googleó el término y comprendió -más o menos-, su confusión.

De todas formas, pensó ella, no es algo tan grave. Además, él no tiene la culpa.

Tomamos algo. Conversamos un poco. Le aviso que tengo que otro compromiso y ya está.

-Hola -dijo él- ¿eres tú, cierto?

-Eh… sí, soy yo -dijo ella.

Agregaron unas palabras más al saludo y pidieron algo para tomar.

Fueron amables. Intentaron hablar de varios temas, pero lo cierto es que nada funcionaba muy bien. Esperando que pasara un poco más de tiempo, ella optó por lo más fácil.

-Así que te gusta el modelismo -preguntó ella.

-Sí -dijo él-. Le dedico varias horas al día, si soy sincero… Supongo que es algo que me relaja.

Poco después él le mostraba varias fotos de algunas de las pequeñas figuras que el montaba y pintaba. Explicaba técnicas. Fases del proceso. Le brillaban los ojos mientras hablaba.

Ella pensó que parecía alguien mostrando fotos de sus hijos. Luego volvió a observarlo.

Es más que eso, se dijo. Ni siquiera cuando alguien habla de sus hijos se muestra de esa forma. Mis padres, por ejemplo, jamás habrían hablado con esa pasión de mí.

De hecho nadie, probablemente, lo haga alguna vez.

Como ella parecía distante mientras hablaba, él se detuvo de pronto. Parecía avergonzado.

-Disculpa -dijo-. A veces me dejo llevar y supongo que exagero un poco.

Ella sonrió intentando ser amable, pero lo cierto es que no se sentía bien. A pesar de la sonrisa, parecía triste.

-Esta bien -dijo ella-. No es eso… solo me acordé que tengo otro compromiso… te lo iba a decir antes, pero…

-Pero yo no dejaba de hablar -dijo él, sonriendo.

-No -dijo ella-. Me refería a antes de que llegaras incluso… De verdad no es por lo que has dicho… todo está bien…

Él no insistió más y ella tampoco volvió a excusarse.

Se despidieron tranquilos.

Mientras ella regresaba a casa le llegó un mensaje de una amiga, a quien le había hablado de la cita.

¿Qué tal está el modelo?, decía el mensaje.

No fui, escribió ella, para no tener que explicar. 

Como la amiga no agregaba nada, ella misma lo hizo.

Lo pensé bien y probablemente no es lo que necesito.

Por último, agregó una imagen chistosa, para compensar sus palabras.

Ja, ja, ja, escribió su amiga.

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