viernes, 30 de septiembre de 2022

Un campeonato de fútbol para mimos.


Entre las situaciones raras que me ha tocado presenciar, está la de un campeonato de fútbol en el que participaban distintas agrupaciones de mimos.

En el campeonato, por cierto, no jugaban maquillados, por lo que no era posible adivinar que se trataba de mimos. Asimismo, durante los partidos, vociferaban igual que cualquier jugador corriente, por lo que resultaba imposible adivinar su actividad principal.

Dicho esto, aclaro que no menciono esta situación como punto de partida para un relato pormenorizado de los hechos ocurridos.

Tampoco escribo para rematar el texto con algo llamativo, como una entrevista final en la que los jugadores no respondan o un árbitro haciendo sonar esos pitos raros que usan.

Simplemente comento que fue un hecho raro justamente porque me tocó ver carteles anunciando el torneo de mimos y, a pesar de esperar encontrarme con algo inusual, terminé viendo una serie de partidos protagonizados por jugadores que no se diferenciaban de los que participan de cualquier otro encuentro.

Así, mientras observaba aquel campeonato, recuerdo que yo mismo me sentí de pronto como el único mimo en todo aquel recinto. En silencio mientras observaba algo que esperaba funcionara de una forma distinta, aunque nunca hubiese tenido muy en claro qué esperaba.

Un poco como usted, probablemente, tras pasear su vista por estas palabras y no encontrar nada especial, a pesar de lo que puede haber prometido el título.

Ya es tiempo para otra cosa, supongo.

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