domingo, 4 de septiembre de 2022

Papel para envolver.


No más intentos.

Lo que necesitamos ahora es papel.

Papel para envolver.

Pliegos de papel para envolver.

No de regalo.

No con diseños.

No con textura suave y delicada.

Papel para envolver, nada más.

Pliegos y pliegos de papel para envolver.

Mortajas sencillas.

Baratas.

Papel para envolver, simplemente.

Sin adornos ni propiedades especiales.

Papel para envolver.

Suficiente papel para envolver.

Papel para cubrir una multitud entera.

Pliegos y pliegos para cubrir el egoísmo, la incomprensión
y la facilidad con que aceptamos ser engañados.

Pliegos y pliegos de papel.

Menos del total no basta.

Papel a destajo es lo que se requiere.

Pliegos de papel para cubrir un país.

Mortajas sencillas, reitero.

Pliegos de papel escrito, si quieren.

Papel lleno de testimonios olvidados.

Todo será, a fin de cuentas, papel para envolver.

Papel para cubrir.

Papel para ocultar.

Y es que todo debe cubrirse, a fin de cuentas.

Atragantarnos incluso, con ese papel.

Cubrirnos por dentro y por fuera.

No exagero: nadie aquí merece ser visto.

Por eso debemos juntar papel.

Numerosos e inmensos pliegos de papel.

Papel para envolver, simplemente.

Pliegos y pliegos de papel para envolver.

Eso es, apenas, lo que merecemos.

Papel para ocultar la vergüenza.

Papel para ocultar la vergüenza.

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